martes, 10 de diciembre de 2013

Uno de esos días

Hoy es de esos días que te levantas decepcionado,
debo reconocerlo, a estar de bajón soy aficionado.
No me gusta la sensación de sentirme atado,
pero sentimientos a uno dejan clavado, encadenado.
Soy libre pero mi mente me castiga y,
no hay nada que hacer, mi cuerpo siente fatiga.
Tu corazón debería mandar en lo que digas,
aunque no hay nada que hacer si tu cerebro es una viga.
Lo siento, mil veces pediré perdón por un error,
tan solo me dejé llevar por la razón.
No es fácil y lo digo a modo de aviso,
eso de que mejor pedir perdón que permiso, e insisto.
Déjate llevar por el instinto, fallarás y creerás,
que debiste haberle hecho caso omiso.
Al revés nada cambia y es una pena, parece una condena,
por eso la vida es difícil, toda acción tiene una reacción en cadena.
De nada sirve pensarlo todo e intentar anticiparse,
lo he intentado, tienes razón si piensas "fallaste".
Quizás la clave sea despreocuparse, tranquilizarse,
dejarse llevar tanto por tonterías, como por enamorarse.

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